Acto de Clausura del Curso 2023-24
Alrededor de las seis de la tarde, varios colegiales iban y venían de la entrada del colegio mayor al auditorio, trajeados y listos para asistir a la misa que antecedió el acto de clausura del curso 2023-24. El evento se celebró el viernes, 26 de abril, días antes de que comenzara la época de exámenes que marca el final del curso universitario.
El padre Sevo celebró la eucaristía en la que reprendió cariñosamente a los jóvenes por no preparar cánticos en un día tan especial. También les aconsejó no desviarse de su camino y aprovechar su etapa como colegiales. Unas palabras que resonarían de uno u otro modo muchas veces durante la clausura en el discurso de varios colegiales. Todos ellos coincidieron en la importancia de saber que son unos privilegiados al poder vivir en el Pío XII, de aprovechar esta oportunidad y de valorar los pequeños momentos de felicidad.
Finalizada la Misa, los colegiales y sus familiares se dirigieron al auditorio para celebrar el acto de clausura.
La mesa presidencial estuvo compuesta por la vicerrectora de estudiantes de la Universidad Complutense Rosa María de la Fuente; el director del colegio, Pedro Saiz de Baranda; el director de la Fundación Pablo VI, Jesús Avezuela; el deportista Andreu Linares y el músico y compositor Descemer Bueno.
Pedro Sainz de Baranda dio la bienvenida a los presentes con un discurso en el que destacó la buena predisposición y el esfuerzo de los colegiales durante un año que calificó de “nada fácil”. Pedro Sainz habló del reto que ha supuesto para él ser este año vocal de deportes en la Asociación de Colegios Mayores de Madrid y el esfuerzo de darle un giro de 180 grados. “Ha sido el partido más difícil de mi vida”, confesaba. A continuación, hacía recuento de los logros: que cada colegial juegue una media de 7 partidos por deporte, que las pistas se llenen y que “deportividad y respeto sean el himno de nuestros Mayores”.
Su intervención se cerró con un vídeo en el que varios colegiales hacían un resumen de los mejores momentos y anécdotas vividas en las distintas actividades que desarrolla el Mayor: deportes, voluntariado, teatro, debates, conferencias y huerto, entre otras. Los estudiantes reflexionaban sobre la importancia de estas actividades para compartir con los compañeros y potenciar valores como el compañerismo, la solidaridad, la constancia o el esfuerzo.
A continuación, se hizo la entrega de la distinción de las becas de Colegial de Honor a Rosa María de la Fuente, Andreu Linares y Descember Bueno.
El exjugador de fútbol sala 11, Real Orden al Mérito Deportivo en la categoría de Medalla de Plata, Andreu Linares, agradeció con emoción el ser becado Colegial de Honor y aseguró que se sentía muy cercano a los colegiales porque él también salió de su entorno, Barcelona, para trasladarse a Toledo y comenzar su trayectoria deportiva. “Os voy a dar una máxima que siempre me he aplicado: no prepararse es prepararse para fracasar”. Explicó que había conseguido debutar en primera división, ser campeón del mundo y Europa, entre otros logros, desde la preparación y la convicción personal. “Con esfuerzo y preparación podréis llegar a donde os propongáis, confiando en vosotros y tomando vuestras propias decisiones”, los animó.
Descember Bueno también dedicó unas palabras a los colegiales, en las que recordó su carrera profesional y sus mayores logros (5 premios Grammy latino y un Goya, entre otros) como músico y compositor. Recordó que viene de un entorno humilde en la Habana Vieja y se formó a conciencia en el ámbito musical. Poco a poco consiguió llegar a la primera línea de la música. “Un amigo mío que se llama Enrique Iglesias me dio un gran consejo, que cantara mis propias canciones y eso me reportó el cariño del público”.
A continuación, se impusieron las becas colegiales a la promoción 2021. Francisco Carrasco, estudiante de doble grado en Derecho y ADE en CUNEF Universidad fue el colegial encargado de dar un discurso en representación de todos los becados. Francisco llegó a emocionarse en varias ocasiones, recordando sus primeros días en el Pío y todos los logros que ha conseguido en el Mayor junto a sus compañeros. El momento más especial fue cuando recordó el fallecimiento de un amigo suyo este año en accidente de moto y aconsejó a los colegiales “disfrutar más de los pequeños momentos”. Al tiempo que agradecía todo el apoyo que le había brindado en los malos momentos el director del colegio, Pedro, la subdirectora, Juana y todos los colegiales. Terminaba constatando que “esto es el Pío y aquí nadie camina solo. ¡Que viva el Pío, señores!”
El colegial Antonio Naval fue el encargado de dar paso a la entrega de las distinciones colegiales.
El premio a la mejor delegación fue para la de conferencias. Su delegado, Pablo Alcaraz, subió al escenario para agradecerlo y decir unas palabras en las que remarcó la importancia de que los estudiantes sepan el privilegio que supone poder vivir en un Colegio Mayor. “Que seáis conscientes de la experiencia que estáis viviendo, que hay gente que mataría por vivir un día de nuestras vidas, así que valorad a vuestros padres, vuestro entorno y lo que tenéis”.
El premio de deportes fue para el baloncesto que ha conseguido este año un tercer puesto. Para el frontenis, por conseguir por primera vez un puesto para el Mayor y para el equipo de fútbol 11 que ha conseguido un segundo puesto.
El Colegio Mayor también quiso reconocer la labor de los entrenadores otorgando un premio al mejor entrenador, que fue para Sergio Tapia López, instructor del equipo de balonmano.
El premio al deportista del año fue para el colegial Ramón Morales.
José Ángel Alba, presidente de la Asociación de Antiguos Colegiales Pío XII fue el encargado de dar el premio Ángel Herrera al colegial Juan Chafarra Navarro. Antes, dirigió unas palabras a los estudiantes en las que volvió a recordar la importancia de saber el privilegio que supone ser colegial y poder recibir una buena educación.
El director de la Fundación Pablo VI, Jesús Avezuela, agradeció, en su discurso, “el alto grado de responsabilidad” que han demostrado los colegiales a lo largo de este curso académico. También reflexionó sobre la desconfianza que, en los últimos tiempos, se ha generado en torno a la cultura del trabajo, del esfuerzo, del sacrificio, del compromiso y la perseverancia. Esta corriente desacredita la idea de que no todo en la vida es sacrificio y que la suerte es un elemento troncal. Avezuela discrepó de esta teoría porque “con el trabajo, esfuerzo, coraje, constancia, lealtad e ilusión podréis llegar a ser grandes ingenieros, científicos, abogados, médicos o economistas. Y la suerte siempre estará de vuestra parte”.
El acto se cerró con las palabras de clausura de Rosa María de la Fuente, vicerrectora de estudiantes de la UCM que quiso, en primer lugar, agradecer el trabajo del director del Colegio Mayor al frente del mismo y en la Asociación de Colegios Mayores de Madrid. Además, confesó tener envidia de que el Pío XII tenga un huerto “llevo años intentándolo con mis colegiales”, se lamentó. Su discurso se centró en la importancia de la salud mental en los estudiantes y de cómo los colegios mayores ayudan a evitar los problemas como la ansiedad o la depresión. “Cuando desde la universidad diseñamos políticas para evitar problemas de salud mental vemos que los colegios mayores son un gran antídoto. La comunidad que ríe, discute, habla etc es un antídoto contra estos problemas”.
El acto concluyó con el cántico del Gaudeamus Igitur y un cocktail donde familiares y amigos pudieron compartir y celebrar con los colegiales.