Clausura del curso 2024-25: en el Colegio Mayor Pío XII se educa “la cabeza, el corazón y las manos”

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El día 3 de abril hemos clausurado el curso académico 2024-25 en el Colegio Mayor Universitario Pío XII. Un año excelente, en el que se han cosechado grandes frutos tanto en el ámbito académico, como en el deportivo, cultural, formativo y solidario.

Más de 130 jóvenes han vivido este año la realidad de lo que supone ser colegial: “cabeza, corazón y manos”, como lo calificó el becado de honor de este curso, el Cardenal Juan José Omella, al que se entregó la distinción colegial por sus más de 20 años como miembro del patronato de la Fundación Pablo VI, la institución que gestiona el centro desde los años 60.

Colegiales junto al becado de honor del curso 2024-25, el Cardenal Juan José Omella

Colegiales, padres y familias; instituciones académicas, como la vicerrectora de Estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid, Rosa María de la Fuente; directores de otros colegios mayores de Madrid, como el CMU Berrospe, el CMU Alcalá, el CMU Roncalli, el CMU Vedruna, entre otros muchos; autoridades de la Fundación Pablo VI, como el director y el subdirector general, Jesús Avezuela y Fernando Fuentes; trabajadores y amigos de los colegiales asistieron a un acto, uno de los más emotivos del año, en el que se hace balance, se entregan las becas a los colegiales de la promoción que cumple su tercer año en el Colegio y se reconoce a aquellos que han destacado, de alguna manera, en cualquiera de las áreas de actividad que se desarrolla en el Pío: deporte, teatro, debate, solidaridad, conferencias, etc…

Los directores y autoridades académicas presentes en el acto de clausura del Colegio Mayor Universitario Pío XII

Este año, en que se ha querido reconocer muy especialmente al Arzobispo de Barcelona, Cardenal Juan José Omella, por sus años de dedicación y cariño al servicio del Colegio Mayor Universitario Pío XII desde el patronato de la Fundación Pablo VI, los discursos han girado en torno a la gratuidad y la generosidad de entregarse a los demás hasta el punto de hacer posible “el milagro” de dar esperanza, consuelo e, incluso, salud en aquellos contextos donde hay más dificultades (las personas que viven en la calle, los que necesitan de apoyos en situaciones de vulnerabilidad o discapacidad, las personas solas y enfermas). Y eso es lo que han tratado de hacer los colegiales a través sus actividades de voluntariado a lo largo de este curso: no solamente quedarse en el desarrollo intelectual, sino hacer más grande el corazón y darse. En un emocionado discurso, abrumado por las muestras de cariño y homenaje, el cardenal Juan José Omella recordó, en este sentido, lo que el fundador del Colegio Mayor Universitario Pío XII, Cardenal Herrera Oria, quería para esta institución académica: que fuera un lugar donde se formaran hombres dispuestos a “trabajar por el bien común y no por el interés personal”. Y esto, les explicó a través de uno de sus cuentos favoritos sobre el valor de los milagros, se consigue con la perfecta combinación de “intelectualidad, amor y obras”.

El cardenal Juan José Omella recibe la beca de colegial de honor de manos de Fernando Fuentes, subdirector general de la Fundación Pablo VI

Tras la entrega de la distinción colegial al expresidente de la CEE y el balance de un curso en el que el director del Colegio Mayor Pío XII, Pedro Sáinz de Baranda, puso de manifiesto el orgullo que supone formar parte de algo más grande como es la red de Colegios Mayores y la Universidad Complutense de Madrid, se hizo entrega de las distinciones a aquellos colegiales que han destacado a lo largo de estos años. Algunos, ya veteranos, contaron en emocionados y agradecidos discursos lo que ha significado para ellos vivir en un lugar como este, donde han crecido como personas y profesionales dispuestos a transformar la realidad y sus entornos. Los colegiales Francisco Morales, estudiante de Grado en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, y Antonio Naval, estudiante de Grado en Márketing en el Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE) dedicaron sus palabras al esfuerzo de sus padres y a todas sus renuncias por dar a sus hijos la oportunidad de vivir en un centro como este; agradecieron a la dirección su confianza al encomendarles la tarea de gestionar las actividades del Mayor como decanos.

Discurso de Antonio Naval, decano del Colegio Mayor Pío XII

A continuación, tuvo lugar uno de los momentos más esperados de la noche, que fue la entrega de las distinciones colegiales a los que han destacado en este curso, especialmente en el área de deporte, donde el Colegio Mayor ha cosechado grandes éxitos:  balonmano, fútbol 11, baloncesto -que logró un segundo puesto en el Campeonato de España-; frontenis -plata en el torneo de Colegios Mayores de Madrid-;  tenis de mesa -que ha conseguido un segundo puesto-; pádel; y, por fin, el Fútbol Sala, -que se ha saldado con la victoria, en una vibrante final frente al Colegio Mayor Jaime del Amo-. Un triunfo que se debe, como dijo el colegial Ramón Morales, “a la unión colegial y a la amistad creada entre ellos”.

Campeones de fútbol sala 2024-25 del Colegio Mayor Universitario Pío XII

Finalmente, como viene siendo tradición en los actos de clausura del curso, se hizo entrega del Premio Ángel Herrera al mejor expediente académico, de manos del presidente de la Asociación de Antiguos Colegiales, Pepe Alba. El galardón, en su 27 convocatoria, recayó en el colegial Adrián Espada, subdirector del Colegio Mayor Pío XII, estudiante de Ingeniería Química, en quien concurren los méritos académicos y humanos que representan los valores del Pío.

El colegial Adrián Espada recoge el premio Ángel Herrera 2024-25 de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio Mayor Pío XII

Antes de dar por clausurado el curso, el director general de la Fundación Pablo VI, Jesús Avezuela, les instó a estar a la altura de los tiempos que vivimos, donde se habla permanentemente de guerra, amenazas comerciales, polarización y conflictos. “La sociedad confía en vosotros, confía en los jóvenes”, les dijo, dedicando también unas palabras al becado de honor, Cardenal Juan José Omella, cuyo servicio a la Iglesia y a la sociedad ha estado siempre motivado con “eficacia, equilibrado pragmatismo y grandeza” “por el esfuerzo de situar a la Iglesia en los signos de los tiempos”. Y en esa línea se ha dirigido también su aportación al patronato de la Fundación Pablo VI durante 24 años. El director general quiso recordar también el papel de todos aquellos que trabajan en el diálogo, el encuentro de posturas en aras de un bien mayor, como es la paz y el bien común. En este sentido, citó el esfuerzo de los padres de la Constitución, que el próximo 28 de mayo recibirán de la Fundación Pablo VI el I premio Populorum Progressio. “Ellos son también para vosotros un ejemplo a seguir”.

Eduardo Mulas, uno de los colegiales veteranos que ha recibido la distinción colegial, de manos de la subdirectora Juana González

Tras este discurso, las palabras de agradecimiento de la vicerrectora de Estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid y el canto del Gaudeamus, se dio por clausurado el curso académico número 63 del Colegio Mayor Pío XII. Un curso que ya forma parte de las mejores páginas de nuestra historia.