Jornada de apertura del Curso 2024-25
El comienzo del curso universitario está siempre lleno de buenos propósitos, ilusiones, reencuentros y nuevos proyectos que marcarán el año lectivo. El acto académico que todos los años celebra el CMU Pío XII simboliza ese pistoletazo de salida de la carrera de fondo que supone un curso universitario.
La jornada del viernes comenzó con una misa celebrada por el capellán del colegio, Pedro Sarmiento, para dar paso al acto académico y finalizar con un picoteo nocturno para todos los asistentes. Los 138 colegiales, 60 de ellos incorporados este año, fueron los protagonistas del día, a los que dirigieron todos los discursos.
Una promoción que ha dejado con la boca abierta
Pedro Sainz de Baranda, director del CMU Pío XII, habló a los colegiales a través de una carta que había escrito a Herrera Oria, impulsor de la Fundación Pablo VI, institución que engloba distintas obras educativas, entre ellas, el colegio mayor. A él le contó sus impresiones sobre la nueva promoción de Píos que llevan quince días ya conviviendo y conociéndose. Aseguró que le habían dejado con “la boca abierta” por tener una educación “fuera de lo normal” y ser una generación que “sabe pedir perdón y frente a la adversidad se vuelve más fuerte”. Les pidió que no perdieran ese flow con el que habían llegado y que trabajaran y se esforzaran durante el curso.
La ilusión al comenzar una aventura
Adrián Espada, subdirector colegial del Pío XII quiso transmitir al resto de los colegiales la importancia de tener ilusión para superar los nervios, la vergüenza, el miedo y otras emociones a veces incómodas que puede generar el inicio del curso. La ilusión que tiene “cualquiera al subir al avión antes de un viaje y pensar que comienza la aventura”. Ponerle ilusión y ganas hace que se vivan las experiencias con alegría. Las numerosas actividades de convivencia que se han realizado durante estas dos semanas han dejado buenos momentos, risas y anécdotas que no se olvidan. Desde las más lúdicas como conducir en un circuito de karts o darse bolazos jugando al paintball hasta las más culturales como conocer la historia de España en Puy du Fou. Todas han cumplido, sobre todo, un objetivo: compartir charlas, puntos de vista, conocer a tu compañero de la habitación de al lado o a las chicas de otros colegios mayores. Así, poco a poco se va haciendo equipo y familia.
El ejemplo de Ángel Herrera Oria
Pablo Sánchez Garrido, profesor de Filosofía Moral y Política, DSI e Historia en la Universidad CEU San Pablo fue el encargado de impartir la lección inaugural del curso después de que le impusieran la dignidad de Colegial de Honor por su trayectoria docente e investigadora. Pablo Sánchez habló de la importancia de seguir el ejemplo de Herrera Oria, un hombre que “tuvo como mayor interés regenerar España” y de aplicar esta máxima a la situación actual: por la pérdida del poder adquisitivo de la juventud, la fe y el deterioro institucional en el que vivimos. Pablo Sánchez recordó a los colegiales que Herrera Oria forjó, a través de las instituciones que fundó, hombres bajo tres principios; el logos, la ius y la caritas: la Verdad, la Justicia y Amor.
Un momento muy emotivo
Uno de los momentos más emotivos del acto académico fue la imposición del colegial de honor a Pilar Marcos y José Rodríguez, dos trabajadores de la casa muy queridos, merecedores de esta distinción en agradecimiento a sus años de servicio y dedicación. Ninguno de los dos pudo contener la emoción al subir al escenario y dar las gracias mientras el auditorio, en el que se encontraban también sus familiares, aplaudía reconociendo su gran trabajo durante años en sus labores de conserjería y limpieza.
Cierre del acto académico
Jesús Avezuela, director general de la Fundación Pablo VI fue el encargado de cerrar el acto académico dirigiendo unas palabras a los colegiales en las que les transmitió un mensaje: Sed capaces de poner las cosas en valor, siempre pensando en los demás. Nunca contribuyáis al odio, a la desconfianza y a la desesperanza. Y les recomendó que disfruten de esta etapa única que recordarán toda su vida.
Todos juntos cantaron el Gaudeamus Igitur para unirse después a un picoteo en el patio exterior de la Fundación donde los colegiales siguieron compartiendo y saboreando este inicio de etapa.