Encuentro con el senador Juan Lobato
El 17 de noviembre tuvimos en el Colegio Mayor Pío XII a Juan Lobato, técnico de Hacienda del Estado, ex portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid y ex secretario general del PSOE de Madrid; y hoy senador por el mismo partido. Desde su experiencia como servidor público, como funcionario en el Cuerpo de Técnicos de Hacienda, primero; y en la política, después, debatió con los colegiales de algunos de los temas más graves en el contexto democrático hoy: la desafección política de los jóvenes y su desconfianza en las instituciones. En un momento en el que la problemática del acceso a la vivienda, la migración, o la incertidumbre sobre el trabajo y la estabilidad está entre las principales preocupaciones de la juventud, la política deja de verse como una solución a los problemas, como dicen los datos del CIS: hasta un 37,6% de los jóvenes entre 18 y 24 años estarían dispuestos a vivir en un país poco democrático y con menos libertades si esto les garantizara una calidad de vida.
Consciente de esta situación, Lobato, que entró en política con 15 años en la localidad de Soto del Real, ─donde fundó las Juventudes Socialistas y se convirtió en concejal con tan solo 18─, trató de disipar ante el centenar de colegiales del CMU Pío XII y de otros Colegios Mayores presentes, las dudas y recelos sobre la utilidad del servicio público, que entiende no como una profesión, sino como una vocación. Su experiencia en política ha estado, de hecho, compaginada, desde sus inicios, con trabajos como camarero o albañil para poder pagarse sus estudios como estudiante de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad Autónoma de Madrid; y, después, como opositor a técnico de Hacienda del Estado. Juan Lobato fue alcalde de Soto del Real entre 2015 y 2021; diputado de la Asamblea de Madrid entre 2015-2019; y candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid para las elecciones de 2023, hasta que dimitió de sus cargos por la polémica sobre la filtración del caso de fraude fiscal de González Amador. No solo se negó a hacer público un documento confidencial que le habían enviado desde el palacio de La Moncloa, sino que acudió al notario a dejar constancia de que su actitud había sido la correcta.

Una forma de actuar, en ese momento, que tiene mucho que ver, como él mismo defendió en su intervención, con su manera de entender la política, desde la moderación, la colaboración y la ética.
Con frescura, cercanía y claridad respondió, durante más de una hora, a todas y cada una de las preguntas que le hicieron los jóvenes: sobre vivienda, sobre corrupción, sobre la gestión migratoria, sobre la mentira y la responsabilidad y sobre las concesiones a los nacionalismos. El político socialista manifestó todo aquello que, desde su posición ideológica, defiende y lo que no, reconociendo que ésta no puede estar nunca por encima de la ética. En este sentido, criticó la falta de límites a la hora de claudicar a determinados condicionantes del nacionalismo o la estrategia continua de la confrontación que se ha impuesto en política, dificultando los acuerdos para cuestiones que son de bien común.
Entre las muchas reflexiones, nos quedamos con su apelación a la moderación que, en breve, dice, acabará siendo un signo de fortaleza, al contrario de lo que ocurre ahora. Nos quedamos con esta frase, que es, además, un deseo: “la confrontación será pronto signo de debilidad y la moderación de fortaleza”. Ojalá sea eso pronto lo habitual en política.
Gracias a Juan Lobato por su generoso tiempo con nuestros jóvenes y a los colegiales José Manuel Serrano Bernabé y Jaime Anta; y a nuestro opositor Álvaro Mendoza por participar en la moderación del acto.









