Javier Castillejo, “El lince de Parla”, en el Pío XII
El día 15 de febrero los colegiales del Pío XII tuvieron la oportunidad de compartir anécdotas y experiencias con todo un campeón en el ring y en la vida, Javier Castillejo, más conocido como “El lince de Parla”. El mítico boxeador, uno de los más importantes de nuestra historia, habló a los colegiales de los valores que le llevaron a ser un referente para muchas generaciones de jóvenes y futuros boxeadores, a los que da clase en la Escuela de Boxeo Javier Castillejo de Parla.
Durante los meses más duros de la pandemia, El Lince ha sido también un campeón en la lucha contra la enfermedad en el barrio. Tras cesar la actividad de la Escuela, por las restricciones más duras de la primera ola, Castillejo no dudó en ponerse el uniforme de Cruz Roja, donde es voluntario, y comenzar a ayudar a la gente más necesitada o impedida para salir a llenar la cesta de la compra.
Como en el boxeo, les dijo, la vida nos enseña que lo importante no es no caerse, sino “aprender a levantarse”. Los reveses de la vida no se pueden evitar, pero es importante “tu voluntad, tus ganas y tu corazón para seguir tirando para arriba”, aunque las circunstancias sean duras.
Las claves para su éxito profesional han sido siempre “trabajo, constancia y sacrificio”. En deportes como este, con mucha menos relevancia que otros, donde “nadie te va a regalar nada” y todo es a base de trabajo, es importante entender que hay “momentos de gloria y momentos de sufrimiento”, que “hay que ser fuertes para sobrevivir y nunca tirar la toalla” para conseguir los sueños.
En la Escuela de Javier Castillejo en Parla hay niños con problemas de coordinación o de conducta, y el boxeo como deporte les ayuda a canalizar sus emociones y a coordinar los movimientos. Frente a los que piensan que el boxeo es agresivo, Castillejo defiende que es duro, pero no es más agresivo que el fútbol. El boxeo es, sobre todo, estrategia y cabeza.