No a las novatadas
El CMU Pío XII considera que la calidad de la acogida a los nuevos colegiales es una prioridad absoluta dentro de sus normas y prácticas de funcionamiento. Ello requiere un esfuerzo por parte del personal del centro, colegiales y Dirección.
Desde hace más de un año, en coordinación con otros Colegios Mayores, el CMU Pío XII trabaja en un proyecto conjunto para erradicar estas prácticas, cuyo manifiesto, que publicamos a continuación, suscribimos plenamente.
Como Directores de Colegios Mayores Universitarios estamos profundamente preocupados por una lacra que lleva muchos años minando el conjunto del trabajo educativo que se realiza en nuestras instituciones. Nos referimos a las llamadas “novatadas” que a menudo provocan situaciones injustificadas de maltrato, acoso y/o humillación a los nuevos colegiales, a veces con importantes secuelas psicológicas, y que atacan el ejercicio de la libertad y quiebran el principio de igualdad, pilares básicos de toda convivencia democrática. Somos conscientes de que es un problema para cuya erradicación es imprescindible la colaboración tanto de los padres como de las diversas instituciones educativas, jurídicas y políticas concernidas. Ante un problema de esta gravedad los directores de los Colegios Mayores abajo firmantes queremos manifestar:
1. Los colegiales de un Mayor han de distinguirse por su esfuerzo, madurez, inquietud cultural, altruismo y comportamiento solidario. Pero nunca por mofarse, humillar, insultar y maltratar a otros, atentar contra la dignidad e integridad de los más débiles y, además, reírse y disfrutar con ello. Tampoco por consentir que esto ocurra a su alrededor.
2. Las novatadas se distinguen de los indispensables procesos de integración comunitaria en que todas y cada una de ellas contienen dos rasgos característicos:
a. El doblegamiento de la voluntad a través de la coacción psicológica o física que impide el ejercicio de la libertad;
b. el establecimiento interesado de una jerarquía entre quienes las imponen y quienes las sufren, que rompe el principio de igualdad y que condiciona la vida colegial durante toda su duración.
3. Las novatadas se enmarcan en un contexto de silencio y clandestinidad. Existe una ley del silencio entre los colegiales sobre ellas. Apenas hay denuncias, porque hay miedo por parte de los que las sufren a ser excluidos y marginados.
4. Manifestamos nuestro rechazo a las dos afirmaciones que se encuentran en la base de la legitimación de las novatadas por parte de los colegiales:
a. No pueden catalogarse como bromas inocentes –de mejor o peor gusto– que el nuevo colegial debe soportar como condición para ser aceptado. La integración de los nuevos puede y debe darse sin necesidad de este tipo de actos.
b. No son tradiciones indispensables para preservar el espíritu de los Colegios Mayores. Son más bien rituales de iniciación en los que se transmite a los nuevos colegiales muchas veces lo peor de ese “espíritu” colegial. Hay Colegios Mayores libres de novatadas que no sólo no han perdido la calidad humana de sus relaciones sino que la han mejorado.
5. El alcohol, demasiado presente entre los jóvenes, potencia este tipo de comportamientos a veces brutales y crueles. Las novatadas se desarrollan en muchos casos en el marco de los botellones, que suceden fuera de nuestros Colegios Mayores. Ante esta realidad que nos supera, necesitamos la colaboración de otras instancias ciudadanas.
Por todo lo dicho, nos comprometemos a preservar el ejercicio de la libertad y el principio de igualdad de todos nuestros colegiales, rechazando de plano todo tipo de novatadas, incluidas las aparentemente más inofensivas y adoptando las medidas más oportunas y eficaces. Estamos convencidos que es lo mejor que podemos hacer por los colegiales de hoy y de mañana.